El estudio repasa ejemplos en los que los sistemas de IA aprendieron a engañar para lograr un rendimiento experto en un tipo de juego o tarea, entre ellos Cicero, diseñado para jugar a Diplomacy.  (Foto: Freepik)
El estudio repasa ejemplos en los que los sistemas de IA aprendieron a engañar para lograr un rendimiento experto en un tipo de juego o tarea, entre ellos Cicero, diseñado para jugar a Diplomacy. (Foto: Freepik)